“No vestirá la mujer ropa de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer; porque abominación es al Eterno tu D-os cualquiera que esto hace” (Deut. 22:5)
Este pasuk es motivo de muchisimas preguntas que llegan a mi correo y hoy me dispongo a darles la explicación tanto halajica como espiritual.
Que nos dice la Torah?
La Torah dice poco sobre la ropa, ya sea de manera descriptiva o prescriptiva. Sin explicación, prohíbe mezclar lana y lino en una prenda (tales prendas se conocen como shatnez ), en el mismo verso que prohíbe «mezclar» diferentes semillas y especies de ganado ( Levítico 19:19 ). Prohíbe a los hombres usar ropa de mujer y la mujer ropa de hombre ( Deuteronomio 22: 5), sin especificar las características de ninguno de ellos. También requiere que los judíos pongan flecos en las esquinas de una prenda de cuatro puntas (Números 15: 37-41), tanto como una forma de identificar al judío como un recordatorio que le recuerda al judío que debe observar las mitzvot .
Que nos dice la halajá?
Hay dos mitzvos contra el travestismo, uno que prohíbe a los hombres usar ropa de mujer y otro que prohíbe a las mujeres usar ropa de hombre.
El de los hombres, en la siguiente mitzvá, dice «loyilbash gever simlas isha», «un hombre no debe usar la prenda de una mujer». Eso es bastante directo.
La mitzvá dirigida a las mujeres, sin embargo, es más vaga. «Lo yihiyeh kli gever al isha» significa «el utensilio de un hombre no estará sobre la mujer». El término «kli» («utensilio») incluye más que solo ropa.
El Targum Onkelos entiende el término para incluir armas, que fueron utilizadas exclusivamente por hombres, mientras que el Targum Yonason entiende que incluye tallis y tefillin. (Estas son realmente las prendas masculinas que las mujeres no deben colocarse)
Esta prohibición incluye no solo usar ropa de mujer, sino también prácticas de belleza que están asociadas con mujeres, como pincharse las cejas o maquillarse. (Ver Talmud Shabbos 94b.) Targum Onkelos refleja esta realidad halájica en su traducción al hacer que nuestro verso «un hombre no se adorne con la forma de las mujeres».
La razón de esta prohibición es servir como una barrera para la inmoralidad. Sin modos de vestir separados para hombres y mujeres, llevaría a una mezcla excesiva de sexos, hombres que pasan como mujeres y mujeres que pasan como hombres.
La mitzvá anterior prohíbe a una mujer llevar ropa de hombre; esta mitzvá aborda la prohibición de un hombre que viste ropa de mujer. La razón es la misma para ambos mitzvos: servir como un elemento disuasivo para la inmoralidad, con hombres que pasan como mujeres y mujeres que pasan como hombres.
Esta mitzvá se aplica en todos los tiempos y lugares.
Se discute en el Talmud en los tratados de Nazir (59a) y Makkos (20b). Está codificado en la Torá de Mishneh en el capítulo doce de Hilchos Avodas Kochavim. Esta mitzvá es la # 40 de las 365 mitzvos negativas en el Sevel HaMitzvos del Rambam y la # 179 de las 194 mitzvos negativas que se pueden observar hoy en día, como se indica en la Sefer HaMitzvos HaKatzar del Chofetz Chaim.
A nivel espiritual que nos enseña este pasuk?
De acuerdo a las enseñanzas jasídicas, el alma también tiene su “ropa”: el pensamiento, el habla y la acción. Son los canales por medio de los cuales nos expresamos e interactuamos con el mundo que nos rodea. La humildad y la dignidad se expresan no sólo por medio de la ropa física; se expresan también – y quizás principalmente – por medio de la ropa espiritual, o sea la conducta.
Aunque pareciera que la ropa espiritual es algo superficial si la comparamos con las ideas y sentimientos y por lo tanto no tan importante, el jasidismo señala que es justamente por medio de la “ropa” espiritual, el pensamiento, el habla y la acción que uno se conecta con Hashem más que lo que es posible por medio del intelecto y las emociones, los poderes internos del alma.
Si el pasuk nos dice que la mujer no vestirá ropa del hombre se refiere tambien a no ejercer funciones que al varon le corresponden, que van desde la toma de desiciones importantes ejerciendo su rol como cabeza del hogar, la busqueda constante de proveer para todas las necesidades de su familia hasta ser el oficiante en la mesa de Shabbat y festividades.
ACLARACIÓN: Esta pasuk es de cumplimiento obligatorio para el judío, converso o en proceso de conversión y es complentaria al precepto halajíco que tiene la mujer de llevar unicamente falda despues de la rodilla o abrigo largo con medias oscuras y su cabello cubierto por un tichel o peluca según su comunidad a la que pertenezca.
Para los Bnei Noaj es deseable que puedan cumplir con esta mitzvá pero las mujeres estan en la libertad de usar pantalones no ajustados o leggins con blusones largos guardando siempre la modestia.
Continuando con este tema por demás recurrente en las muchas preguntas que me hacen esta La mujer judía puede usar aretes?, aros, pulseras, adornos, accesorios e incluso piercing para la mujer. Para dar la respuesta más amplia que yo pueda hacer me remitiré a la Torah y a las leyes halajicas del judaísmo:
Que nos dice la Torah…
La Torah describe que ya desde la época de nuestras matriarcas se enjoyaban sus narices incluso las mujeres temerosas de Hashem…
* Eliezer, el emisario de Avraham encargado de encontrar esposa idónea para Itzjac, halla a Rivkah, la que sería luego nuestra segunda matriarca. La conoce, la identifica como una mujer digna de la estirpe de su patrón, y entonces, siguiendo los usos aprendidos en la casa patriarcal: «Yo puse el pendiente en su nariz y los brazaletes en sus brazos.» (Bereshit / Génesis 24:47).
* Hashem menciona que engalanó a su amada, la congregación judía, y metafóricamente entre las piezas de belleza y distinción se enumera: «Puse un zarcillo en tu nariz, aretes en tus orejas y una corona de hermosura sobre tu cabeza.» (Iejezkel / Ezequiel 16:12).
Ezequiel 16:7-13
“Te hice tan numerosa como la hierba del campo. Y creciste, te hiciste grande y llegaste a la plenitud de tu hermosura; se formaron tus pechos y creció tu pelo, pero estabas desnuda y descubierta. Entonces pasé junto a ti y te vi, y he aquí, tu tiempo era tiempo de amores; extendí mi manto sobre ti y cubrí tu desnudez. Te hice juramento y entré en pacto contigo’–declara Hashem– ‘y fuiste mía. Te lavé con agua, te limpié la sangre y te ungí con aceite. Te vestí con tela bordada y puse en tus pies sandalias de piel de marsopa; te envolví con lino fino y te cubrí con seda. Te engalané con adornos, puse brazaletes en tus manos y un collar a tu cuello. Puse un anillo en tu nariz, pendientes en tus orejas y una hermosa corona en tu cabeza. Estabas adornada con oro y plata, y tu vestido era de lino fino, seda y tela bordada. Comías flor de harina, miel y aceite; eras hermosa en extremo y llegaste a la realeza”.
Hashem mismo le coloca a Jerusalem telas como lino y seda, adornos, brazaletes, collares, pendientes, anillos en la nariz y coronas de oro y plata. No es Jerusalem quien se las coloca, es Hashem quien pensó en hacerlo.
* En Bereshit/Genesís, el siervo de Avraham, le dio a Rivkah, hija de Betuel: (Bereshit 24:22) ” un anillo de oro que pesaba medio siclo, y dos brazaletes que pesaban diez siclos de oro“.
Bereshit 24:29-31
“Rivkah tenía un hermano que se llamaba Labán; y Labán salió corriendo hacia el hombre, afuera, a la fuente. Y sucedió que cuando él vio el anillo y los brazaletes en las manos de su hermana, y cuando oyó las palabras de su hermana Rivkah, diciendo: Esto es lo que el hombre me dijo, Labán fue al hombre; y he aquí que estaba con los camellos junto a la fuente. Y le dijo: Entra, bendito de Hashem.”
Más tarde el siervo de Avraham después de una larga explicación:
Bereshit 24:53
“sacó objetos de plata, objetos de oro y vestidos, y se los dio a Rivkah; dio también cosas preciosas a su hermano y a su madre“. (Gen 24:67) “Entonces Ytzak la trajo a la tienda de su madre Sarah, y tomó a Rivkah y ella fue su mujer, y la amó”.
Esta fue una historia de amor que Hashem bendijo.
* Todas las personas que amaban a Elohim tenían pendientes, brazaletes y anillos de oro que como ofrenda de su corazón sano presentaron a Hashem para la construcción del Tabernaculo.
En Shemot/ Exodo 35:22 dice:
“Todos aquellos de corazón generoso, tanto hombres como mujeres, vinieron y trajeron broches, pendientes, anillos y brazaletes, toda clase de objetos de oro; cada cual, pues, presentó una ofrenda de oro a Hashem“.
* Hashem no prohibe el uso de estas cosas: telas como lino y seda, adornos, brazaletes, collares, pendientes, anillos en la nariz y coronas de oro y plata; pero recuerda lo que nos dice en:
Isaias 3:16
“son orgullosas, andan con el cuello erguido y con ojos seductores, y caminan con paso menudo haciendo tintinear las ajorcas en sus pies”
Hashem condena el orgullo y la soberbia que sean promovidos por los adornos puestos en el cuerpo
y que gracias a esa actitud de maldad se olvidan de su Creador y se prostituyen con dioses ajenos los cuales inclusive son los objetos con que engalarse pasando por las calles llenos de altaneria, vulgaridad y falta de recato.
Shemot/Exodo 32:2-5
“Y Aarón les dijo: Quitad los pendientes de oro de las orejas de vuestras mujeres, de vuestros hijos y de vuestras hijas, y traédmelos. Entonces todo el pueblo se quitó los pendientes de oro que tenían en las orejas y los llevaron a Aarón. Y él los tomó de sus manos y les dio forma con buril, e hizo de ellos un becerro de fundición. Y ellos dijeron: Este es tu dios, Israel, que te ha sacado de la tierra de Egipto. Cuando Aarón vio esto, edificó un altar delante del becerro“.
* En Shir Hashrim / Cantar de los Cantares
Shlomó Ha Melej escribe sobre la mujer amada:
1:9 A mi yegua, entre los carros de Faraón, yo te comparo, amada mía. 1:10 Hermosas son tus mejillas entre los adornos, tu cuello entre los collares. 1:11 Adornos de oro haremos para ti, con cuentas de plata. 1:12 Mientras el rey estaba a la mesa, mi perfume esparció su fragancia. 1:13 Bolsita de mirra es mi amado para mí, que reposa toda la noche entre mis pechos.
Ahora miremos que nos dice la halajá….
Nuestros sabios aceptan que la mujer judía pueda usar aretes, pulseras ya que:
No es un daño corporal de los que la Torah explícitamente prohíbe.
No pone en riesgo la salud.
No es una práctica que vaya en contra Hashem.
No es una costumbre supersticiosa.
No atenta contra las básicas leyes de tzniut -el recato.
En la discusión del Código de la Ley Judía sobre las reglas de regocijo en nuestras festividades, a los hombres se les ordena que compren a sus esposas ropa y joyas nuevas antes de cada festividad dada por la Torah, cada esposo de acuerdo con sus medios financieros.
El Tamud dice:
Rebbi dijo que el rabino Chelbo dijo: «Una persona siempre debe tener cuidado con el honor de su esposa, porque la bendición se encuentra en el hogar de una persona solo debido a su esposa, como dice el verso:» E hizo bien a Abram por su causa . ‘»
Entonces, ¿cómo se cuida el honor de su esposa?Obviamente, el esposo necesita hablarle con respeto y dignidad, nunca a Hashem le hables mal de ella, ni en su cara ni a los demás, y ser siempre sensible a sus necesidades.Él también tiene que saber que sus necesidades incluyen joyas. De hecho, cuando Hashem proporcionó las necesidades de los Hijos de Israel en el desierto de Sinaí enviando el maná del cielo, la tradición dice que también proporcionó joyas a las mujeres.
Inmediatamente después de esa declaración acerca de honrar a su esposa, el Talmud cita a Rava y le habla a la gente de su pueblo: «Honra a tus esposas, para que puedas hacerte rico».Ahora, recibir bendiciones es una cosa, pero ¿qué tiene que ver honrar a su esposa con hacerse rico?Una vez más, la conexión obvia es que Rava está hablando de proporcionarle joyas a su esposa.Eso parece implícito en el verbo que usa para el honor, okiru , que a menudo se usa en el contexto de adornar con joyas.De hecho, vemos a Rava hacer la conexión con joyas explícitamente en otras partes del Talmud:
Hay tres cosas que llevan a un hombre a la pobreza … y una es cuando su esposa lo maldice.Rava explicó: «Cuando ella lo maldice por las joyas, porque él puede permitírselo y no se lo proporciona».
Así que ahora la lógica encaja perfectamente: le proporciona a su esposa riquezas y Hashem le recompensa en especie.
La lógica encaja aún mejor cuando entramos en la Cabalá detrás de ella. El Shelah Hakadosh (Rabí Yeshaya Horowitz) dice: un hombre compra ropa y joyas finas a su esposa, debe tener en cuenta que está embelleciendo la Presencia Divina, representada en este mundo por nadie más que su esposa. Cita al rabino Moshe Cordovero , quien enseñó que cada hombre debe verse a sí mismo entre dos mujeres: la Shechinah (Presencia Divina) anterior, que le proporciona todas sus necesidades, y la Shechinah a continuación, es decir, su esposa, a quien a su vez proporciona. . Él es simplemente un conducto, y de acuerdo con la forma en que provee, así será provisto.
Aquí nuevamente, el Talmud dice lo mismo:
Un hombre debe comer y beber menos que sus medios, vestirse de acuerdo con sus medios y honrar a su esposa e hijos más allá de sus medios. Porque ellos dependen de él, y él depende de Aquel que habló y el mundo surgió.
Vamos a dar un paso más. ¿Qué significa ser rico? De nuevo, el Talmud nos ilumina. Cuando se habla de cuánta caridad está obligada una comunidad a proporcionar a un individuo, el Talmud cita el verso que nos indica que debemos proporcionar al pobre: »… suficiente para sus necesidades, de las que carece».
El Talmud interpreta:
Usted está obligado a brindarle «suficiente para sus necesidades», pero no está obligado a hacerlo rico. Cuando el versículo agrega, «lo que le falta», esto implica incluso un caballo sobre el cual cabalgar y un sirviente que corra delante de él.
Lo que significa que si una persona está acostumbrada a los lujos (como un sirviente que corre ante él) y le proporciona eso, no lo está haciendo rico. Ser rico va más allá de satisfacer todas tus necesidades. Ser verdaderamente rico es un estado de ser donde las necesidades ya no son una preocupación. ¿Y cómo mereces tanta riqueza? Al proporcionar a su esposa con joyas.La actitud masculina es pragmática: valora aquello que satisface una necesidad. Pero la joyería va más allá de satisfacer una necesidad. Si satisface una necesidad, no se llama joyería, se llama accesorio.
Y eso es precisamente lo que distingue a un matrimonio de una transacción comercial: si su matrimonio funciona por satisfacción de las necesidades, como en «usted proporciona esto y yo proporciono eso», entonces no es un matrimonio en absoluto. El matrimonio significa que dos personas se vuelven una, y para hacer eso necesitas alcanzar el alma de tu esposa, y eso es mucho más profundo que sus necesidades.
ESPOSOS: es bueno comprarle a tu esposa un nuevo combo de lavadora-secadora de alta capacidad, pero no le muestra tu amor. Para mostrar amor, necesitas comprar algo que no tiene ningún propósito, aparte de mostrar amor. Y eso es joyería.
Como resultado, un verdadero matrimonio es la verdadera riqueza.
La relación judía con Hashem, como se describe en los profetas y muchos midrashim, es como una esposa para un esposo. Provee para nuestras necesidades — necesidades materiales tales como medios honestos para ganarse la vida y habilidades para mantener ese trabajo, una esposa, un hogar, una familia— y necesidades espirituales, es decir, Torá para instruirnos en nuestra vida diaria para que podamos mantenernos siempre conectados con Él, junto con la inspiración para hacerlo.
Quiero hacer la aclaración que las mujeres judías que pertencen a comunidades ashkenazim llevan aretes o zarcillos muy sencillos y pequeños evitando colores llamativos a diferencia de las mujeres sefaradim y algunas de comunidades ortodoxas que si nos colocamos aretes y pulseras mas grandes.
La mujer judía se puede maquillar? Esta es una pregunta que se me hace de forma constante principalmente por mujeres que estan empezando su camino de obediencia a la Torah pero vienen de doctrinas donde les han enseñado conceptos equivocados y contradictorios.
En este articulo espero despejarles todas las dudas sobre este tema no sin antes aclarar que muchas comunidades Judio-Ortodoxas no aceptan el uso del maquillaje a la mujer e incluso en algunas de ellas se impone el uso de burcas lo cual es totalmente inaceptable pues no esta establecido por la halaja rabínica ni es una práctica del judaísmo tradicional.
Siguiendo con el tema me permito explicar en detalle lo que dicen las investigaciones arqueologicas:
Las mujeres hebreas se maquillaban?
Aunque no hay pinturas en tumbas ni frescos que puedan servir de referencia, ciertos pasajes de las Escrituras —y varias piezas arqueológicas descubiertas en las tierras bíblicas— permiten que nos hagamos una idea sobre el uso de productos de belleza en aquellos tiempos.
Utensilios
En excavaciones realizadas por todo Israel se han hallado incontables objetos relacionados con el empleo de cosméticos y perfumes: cuencos de piedra y paletas para moler y mezclar productos, frascos de perfume de forma cilíndrica, tarros de alabastro para ungüentos, espejitos de bronce pulido, e incluso una cuchara de marfil con hojas de palmera talladas en un lado del mango y en el otro, una cabeza de mujer rodeada de palomas.
Entre la gente rica, las conchas marinas eran recipientes muy populares para cosméticos. En yacimientos arqueológicos de Canaán se han hallado también cucharitas para la aplicación de cosméticos hechas de marfil o madera, algunas talladas con la forma de muchachas nadando y con otros diseños complejos. Todo ello demuestra que era muy común que las mujeres de la época emplearan productos de belleza.
La Torah revela que el nombre de una de las hijas de Job era Querén-hapuc, que en hebreo posiblemente significaba “Cuerno de la Pintura [de ojos] Negra”, es decir, un recipiente o caja para guardar cosméticos, como el kohl, o maquillaje de ojos (Job 42:14). Puede que el nombre aludiera a la belleza de la muchacha, pero también es prueba de que los cosméticos ya se conocían entonces.
Aceite perfumado para usos sagrados y de otro tipo
La producción y el uso de perfumes con base de aceite de oliva fue habitual en el antiguo Israel. El libro bíblico de Éxodo contiene una fórmula para preparar el aceite perfumado sagrado —una mezcla de canela, mirra y otras plantas aromáticas— que los sacerdotes usaban en sus servicios en el templo (Éxodo 30:22-25). Los arqueólogos han descubierto en Jerusalén lo que parece ser un taller del siglo primero dedicado a elaborar perfumes e incienso para su uso en el templo. Hay muchas referencias bíblicas al aceite perfumado, que se empleaba tanto en los servicios sagrados como en la vida diaria
(2 Crónicas 16:14).
En esa parte del mundo escaseaba el agua, así que los aceites aromáticos eran un complemento muy apreciado de la higiene diaria. No solo se usaban para proteger la piel en el clima seco, sino también por sus propiedades embellecedoras (Rut 3:3; 2 Samuel 12:20). Esther recibió, antes de ser llevada a la presencia del rey Asuero, un tratamiento de belleza que duró un año: seis meses de masajes con aceite de mirra y seis con aceite balsámico (Ester 2:12).
El valor de los perfumes o aceites perfumados era similar al de la plata o el oro. Cuando la reina de Seba (Saba) hizo su famoso viaje para visitar a Shlomo HaMelej, le llevó valiosos regalos que incluían oro, piedras preciosas y aceite balsámico (1 Reyes 10:2, 10).
De los diversos tipos de flores, frutos, hojas, resinas o cortezas solo se podían extraer cantidades mínimas de aceite o perfume. La Torah menciona una gran variedad de esas plantas aromáticas, como áloe, azafrán, bálsamo, bedelio, cálamo, canela, casia, incienso, mirra y nardo. Algunas eran originarias del valle del Jordán, otras eran importadas a través de las célebres rutas del comercio de incienso que procedían de la India, el sur de Arabia y otros lugares.
Rutina de belleza
Después de darse un baño, la mujer aplica sobre su piel suavizada un aceite aromático. A continuación, abre una caja bellamente decorada donde guarda una colección de pequeños frascos, jarras y tarros hechos de vidrio, marfil, conchas marinas o piedra. Los recipientes contienen diversos aceites y perfumes con delicados aromas de bálsamo, canela, cardamomo, incienso, miel, mirra y otros similares.
La mujer sacaba de la caja varias cucharas, platillos y cuencos de hermosos diseños que utiliza para mezclar los productos que ha elegido para el día. Mirándose en un espejo de bronce, prosiguia con esmero su rutina de belleza.
Que nos dicen los Sabios?
Los comentaristas describen que cuando iban a construir el Tabernáculo en el desierto, las mujeres judías llevaron una donación especial de cobre:
Las mujeres judías tenían espejos de cobre que usaban para adornarse y los llevaron como contribuciones para el Tabernáculo… Hashem dijo: Estos son para Mí más queridos que todo lo demás, porque gracias a ellos las mujeres judías concibieron muchos niños en Egipto. Cuando sus maridos estaban exhaustos por el esfuerzo de la esclavitud, ellas iban y les llevaban comida y bebida y se adornaban con los espejos… de esta manera, sus maridos las deseaban y ellas concebían y tenían hijos… como dice (Cantar de los cantares 8:5): “Bajo el manzano te excité” (Rashi, Éxodo 38:8).
Ten encuenta esto…
La atracción de un hombre hacia una mujer tiende a tener un fuerte componente visual. Las características particulares de una mujer, su tipo de cuerpo, sus gestos y su apariencia en general, contribuyen fuertemente a la forma en que un hombre se sentirá atraído hacia ella. En este escenario, él puede comenzar a desarrollar una conexión emocional con ella. Cuando una mujer mejora su aspecto con un poco de maquillaje o un nuevo corte de pelo, él se sentirá aún más atraído. (Una mujer que ha comenzado a sentir una conexión emocional con un hombre puede necesitar que sólo una o dos de sus características físicas sean atractivas, tales como los ojos o la sonrisa, para sentirse atraída a él).
Un poco de rímel, lápiz labial, y tal vez un poco de rubor puede ser suficiente… la mayoría de las mujeres no necesitan más que eso.
La Torah no prohibe el uso de cosméticos ni de adornos, pero sí destacan que deben utilizarse con modestia y sensatez.
Comenzando a usar tichel Paso # 1 Comienza a usar tichel utilizando pañuelos o bandanas anchas que se puedan amarrar fácilmente así te iras acostumbrando a tener un peso en tu cabeza para cuando ya puedas usar coberturas mas pesadas. Si te duele la cabeza intercala los días de uso.
Comenzando a usar tichel Paso # 2
Luego de que te sientas preparada para dar el siguiente paso cubriendo un poco más tu cabello puedes comprar bohos ya hechos que normalmente llevan un elástico atrás para que no se te resbale y sombreros de diferentes materiales.
UN CONSEJO!
No compres los pañuelos para mujeres que estén pasando por procesos de quimioterapia ya que si tienes mucho cabello no te entrara en ellos y si tienes el cabello corto o escaso te limitara la posibilidad de darle volumen a tu tichel.
Comenzando a usar tichel Paso # 3
Ya puedes comenzar a generar peso en tu cobertura ya que tu cabeza está mucho más acostumbrada. Vamos a generar volumen con una sencilla almohadilla que tu misma puedes elaborar o comprar. Comenzando a usar tichel Paso # 4 Como ya has pasado por todo el proceso de acostumbramiento ya podrás comprar una BASE para que puedas hacerte muchos anudados diferentes con tus pañuelos.
También puedes comprar tichel ya elaborados pero que requieran el uso de una base. Felicitaciones eres una experta!!!
Te doy algunos Tips!!! Si tiene el cabello muy corto o muy fino para que no se te ruede el tichel!
Puedes comprar retenedores de cabello como las donas de espuma y unas Flexible Velvet HairBand Ajustable o bandas ajustables elásticas de velvet.
Para el judaísmo el cuerpo es sagrado y vestirlo debe ser una alegría y un placer. En este contexto se incluye el mandato de cubrirse el pelo una vez que la mujer se ha casado. Esta costumbre ha sido atacada numerosas veces, ha recibido el epíteto de “machista”, “incongruente” y “poco lógica”, muchas de las veces hay personas que juzgan mal que en la tradición ashkenazi y la tradición jasídica se acostumbre cubrir el cabello con una peluca y los sefaradim con un tichel.
Algunas personas piensan que es inservible, ¿cuál es el sentido de cubrir el cabello con más cabello? en el caso de las pelucas. Además, destacan que a veces la mujer se ve mejor con la peluca que con su propio cabello y piensan que va contra la ley y los principios.
Estas percepciones parten de un concepto erróneo de lo que es modestia dentro del judaísmo y de cuáles son las razones por las cuales cubrirse. La modestia no es contraria a la belleza. La mujer que se pone una peluca o un tichel lo usa porque quiere mantener su cabello para sí misma, es aquella parte de su cuerpo que al cubrirla la hace íntima y que ofrece a su esposo como un acto de amor.
Para la mujer casada, su cabello se convierte en uno de los regalos más bellos que tiene y le da el mismo cuidado que se le da a un objeto sagrado: lo separa, lo protege y lo cuida. Por eso es decisión de ella usar la cubierta que ella considere más propicia para honrarse y honrar su matrimonio.
Muchas veces este artefacto es comparado con una corona y alrededor del mundo muchas mujeres judías lo usan y disfrutan diariamente. Hay todo tipo de cubiertas de todos los colores y formas, que van desde sombreros exóticos cortos y largos, pelucas discretas y telas coloridas; las combinaciones son interminables y la técnicas varían de cultura a cultura. Desde cómo tejer la tela que se coloca una, cómo hacer flores con la misma, y hasta usar distintas capas de colores.
El cabello cubierto nunca fue pensado para que la mujer casada parezca fea. La belleza es un regalo Divino, y la tradición judía anima a hombres y mujeres a cuidar su apariencia y parecer siempre presentables. La tradición judía también anima la modestia; no para disminuir nuestra belleza, sino para encauzar nuestra belleza y atractivo y reservarla a dónde pertenece: dentro del matrimonio.
Cubriendo su pelo, la mujer casada hace una declaración: “No estoy disponible. Pueden verme pero no estoy abierta al público. Ni siquiera mi pelo, la parte más obvia y visible de mí, no es para vuestros ojos.”
El cabello cubierto produce un efecto profundo en el usuario. Crea una barrera psicológica, una distancia cognitiva entre ella y los extraños. Su belleza es visible pero discreta; ella es atractiva pero indisponible.
Puede estar orgullosa de la manera en que ve sin comprometer su privacidad.Ha creado un espacio privado, y sólo ella decide a quién permitir entrar en él.
Quizás en otras religiones belleza y modestia no se mezclen. Ésta no es la visión judía. La verdadera belleza, la belleza interna, necesita de la modestia para protegerla y permitirle crecer.
Como toda mitzvá, debe ser hecha de corazón y con alegría; hecha como un acto de amor.
Comentarios recientes