Shalom para todas!

La mujer judía se puede maquillar? Esta es una pregunta que se me hace de forma constante principalmente por mujeres que estan empezando su camino de obediencia a la Torah pero vienen de doctrinas donde les han enseñado conceptos equivocados y contradictorios.

En este articulo espero despejarles todas las dudas sobre este tema no sin antes aclarar que muchas comunidades Judio-Ortodoxas no aceptan el uso del maquillaje a la mujer e incluso en algunas de ellas se impone el uso de burcas lo cual es totalmente inaceptable pues no esta establecido por la halaja rabínica ni es una práctica del judaísmo tradicional.

Siguiendo con el tema me permito explicar en detalle lo que dicen las investigaciones arqueologicas:

Las mujeres hebreas se maquillaban?

Aunque no hay pinturas en tumbas ni frescos que puedan servir de referencia, ciertos pasajes de las Escrituras —y varias piezas arqueológicas descubiertas en las tierras bíblicas⁠— permiten que nos hagamos una idea sobre el uso de productos de belleza en aquellos tiempos.

Utensilios

En excavaciones realizadas por todo Israel se han hallado incontables objetos relacionados con el empleo de cosméticos y perfumes: cuencos de piedra y paletas para moler y mezclar productos, frascos de perfume de forma cilíndrica, tarros de alabastro para ungüentos, espejitos de bronce pulido, e incluso una cuchara de marfil con hojas de palmera talladas en un lado del mango y en el otro, una cabeza de mujer rodeada de palomas.

Entre la gente rica, las conchas marinas eran recipientes muy populares para cosméticos. En yacimientos arqueológicos de  Canaán se han hallado también cucharitas para la aplicación de cosméticos hechas de marfil o madera, algunas talladas con la forma de muchachas nadando y con otros diseños complejos. Todo ello demuestra que era muy común que las mujeres de la época emplearan productos de belleza.
La Torah revela que el nombre de una de las hijas de Job era Querén-hapuc, que en hebreo posiblemente significaba “Cuerno de la Pintura [de ojos] Negra”, es decir, un recipiente o caja para guardar cosméticos, como el kohl, o maquillaje de ojos (Job 42:14). Puede que el nombre aludiera a la belleza de la muchacha, pero también es prueba de que los cosméticos ya se conocían entonces.

Aceite perfumado para usos sagrados y de otro tipo

La producción y el uso de perfumes con base de aceite de oliva fue habitual en el antiguo Israel. El libro bíblico de Éxodo contiene una fórmula para preparar el aceite perfumado sagrado —una mezcla de canela, mirra y otras plantas aromáticas— que los sacerdotes usaban en sus servicios en el templo (Éxodo 30:22-25). Los arqueólogos han descubierto en Jerusalén lo que parece ser un taller del siglo primero dedicado a elaborar perfumes e incienso para su uso en el templo. Hay muchas referencias bíblicas al aceite perfumado, que se empleaba tanto en los servicios sagrados como en la vida diaria
(2 Crónicas 16:14).

En esa parte del mundo escaseaba el agua, así que los aceites aromáticos eran un complemento muy apreciado de la higiene diaria. No solo se usaban para proteger la piel en el clima seco, sino también por sus propiedades embellecedoras (Rut 3:3; 2 Samuel 12:20).  Esther recibió, antes de ser llevada a la presencia del rey Asuero, un tratamiento de belleza que duró un año: seis meses de masajes con aceite de mirra y seis con aceite balsámico (Ester 2:12).

El valor de los perfumes o aceites perfumados era similar al de la plata o el oro. Cuando la reina de Seba (Saba) hizo su famoso viaje para visitar a Shlomo HaMelej, le llevó valiosos regalos que incluían oro, piedras preciosas y aceite balsámico (1 Reyes 10:2, 10).

De los diversos tipos de flores, frutos, hojas, resinas o cortezas solo se podían extraer cantidades mínimas de aceite o perfume. La Torah menciona una gran variedad de esas plantas aromáticas, como áloe, azafrán, bálsamo, bedelio, cálamo, canela, casia, incienso, mirra y nardo. Algunas eran originarias del valle del Jordán, otras eran importadas a través de las célebres rutas del comercio de incienso que procedían de la India, el sur de Arabia y otros lugares.

Rutina de belleza

Después de darse un baño, la mujer aplica sobre su piel suavizada un aceite aromático. A continuación, abre una caja bellamente decorada donde guarda una colección de pequeños frascos, jarras y tarros hechos de vidrio, marfil, conchas marinas o piedra. Los recipientes contienen diversos aceites y perfumes con delicados aromas de bálsamo, canela, cardamomo, incienso, miel, mirra y otros similares.
La mujer sacaba de la caja varias cucharas, platillos y cuencos de hermosos diseños que utiliza para mezclar los productos que ha elegido para el día. Mirándose en un espejo de bronce, prosiguia con esmero su rutina de belleza.

Que nos dicen los Sabios?

Los comentaristas describen que cuando iban a construir el Tabernáculo en el desierto, las mujeres judías llevaron una donación especial de cobre:

Las mujeres judías tenían espejos de cobre que usaban para adornarse y los llevaron como contribuciones para el Tabernáculo… Hashem dijo: Estos son para Mí más queridos que todo lo demás, porque gracias a ellos las mujeres judías concibieron muchos niños en Egipto. Cuando sus maridos estaban exhaustos por el esfuerzo de la esclavitud, ellas iban y les llevaban comida y bebida y se adornaban con los espejos… de esta manera, sus maridos las deseaban y ellas concebían y tenían hijos… como dice (Cantar de los cantares 8:5): “Bajo el manzano te excité” (Rashi, Éxodo 38:8).

Ten encuenta esto…

La atracción de un hombre hacia una mujer tiende a tener un fuerte componente visual. Las características particulares de una mujer, su tipo de cuerpo, sus gestos y su apariencia en general, contribuyen fuertemente a la forma en que un hombre se sentirá atraído hacia ella. En este escenario, él puede comenzar a desarrollar una conexión emocional con ella. Cuando una mujer mejora su aspecto con un poco de maquillaje o un nuevo corte de pelo, él se sentirá aún más atraído. (Una mujer que ha comenzado a sentir una conexión emocional con un hombre puede necesitar que sólo una o dos de sus características físicas sean atractivas, tales como los ojos o la sonrisa, para sentirse atraída a él).

Un poco de rímel, lápiz labial, y tal vez un poco de rubor puede ser suficiente… la mayoría de las mujeres no necesitan más que eso.

La Torah no prohibe el uso de cosméticos ni de adornos, pero sí destacan que deben utilizarse con modestia y sensatez.