Adicción del Sexo Virtual #10 Principio: Redirigiendo el poder en nuestras almas
Muchas veces, nos hemos visto tratando de luchar solamente contra el Yétzer Hará en lugar de tratar de lograr un cambio y de construirnos a nosotros mismos. Para lograr un éxito a largo plazo, debemos aprender a luchar contra la causa de la mala conducta y no sólo contra los síntomas.
El Midrash dice que si uno tiene muchos javilot (paquetes) de pecados, entonces debe compensarlo con javilot de mitzvot (buenas acciones). El Bet Aharón de Karlin explica que javilot es un lenguaje de hiskashrut (conexión) (tal como dice el versículo (Devarim 32:9): “Yaakov jével najalató – Yaakov, la continuación irrompible de Su heredad”), y continúa diciendo que para compensar lo que hicimos en el pasado y liberarnos de ello, debemos utilizar la misma hitkashrut (conexión) y entusiasmo que impregnaban nuestra mente y nuestro cuerpo en los momentos en que pecamos y, en su lugar, realizar buenas acciones (mitzvot) de la misma manera entusiasta y apasionada.
En general, todos aquellos que luchan contra todo este tipo de deseos albergan dentro de sí un gran nivel de energía espiritual y emocional. Son ellos los que en realidad tienen la capacidad y el potencial para crear una conexión espiritual muy intensa con HaShem. Sólo tenemos que aprender cómo canalizar la energía de nuestra alma de la mejor manera.
Es también sabido que personas con características de carácter especiales, tal como la creatividad, el amor por otras personas y que poseen sensibilidad espiritual, tienden a buscar una manera alternativa de expresión para sus virtudes internas a través de un deseo sexual más fuerte de lo normal. Por eso es muy importante el hecho de aprender a canalizar nuestra fortaleza de la manera correcta. Un nivel de lujuria muy elevado es en realidad un síntoma de una profunda necesidad subconsciente que, por alguna razón, todavía no fue satisfecha.
Nuestros Sabios dijeron (Sucá 52a, en la discusión acerca del deseo de la lujuria): “Todo el que es más grande que su amigo, así también su Yétzer Hará es más grande”. Es importante comprender que, en un sentido psicológico, el Yétzer Hará y el Yétzer HaTov son en realidad la misma fuerza interna. Cuanto más grande es la persona, su fortaleza de carácter requerirá de una mayor necesidad de expresión, y esta fortaleza finalmente brotará y encontrará su expresión ya sea de manera positiva o negativa.
Como escribe el Rabí Tzadok (en Tzidkat HaTzadik #44): Si una persona tiene grandes tentaciones, no debe entristecerse por las manchas que recibe su alma; por el contrario, debe alegrarse al darse cuenta de que tiene virtudes especiales que requieren de una canalización especial. Esto es, él explica, lo que Jazal quisieron decir a través de la expresión: “Todo el que es más grande que su amigo, así también su Yétzer Hará es más grande.”
Luego, Rabí Tzadok explica (basado en el Zóhar) que el Dor HaMabul -la Generación del Diluvio- y el Dor HaMidbar -la Generación del Desierto, que recibió la Torá- compartieron las mismas almas. Y explica que la razón está basada sobre el principio anterior. El principal pecado del Dor HaMabul fue el derramamiento de semen en vano, tal como se conoce a partir de todos los libros de orientación cabalística, mientras que el Dor HaMidbar fue meritorio de recibir la Torá. Rabí Tzadok explica que se trata de la misma energía espiritual. El falso deseo por la lujuria es la otra cara de la misma moneda del verdadero deseo por la Torá y la espiritualidad. Y continúa explicando que esta generación volverá a aparecer en los días anteriores a la llegada del Mashíaj, cuando las fuerzas espirituales volverán a triunfar sobre las fuerzas de la lujuria.
Entonces, encaucemos nuestra fuerza espiritual a través de las plegarias. ¡Nos sorprenderemos hasta qué punto ellas pueden levantarnos el ánimo! ¡Y comencemos a cumplir las mitzvot (los preceptos) con entusiasmo y a estudiar Torá con vehemencia! HaShem nos ha entregado un regalo porque las batallas que enfrentamos son realmente las vibraciones de nuestra alma, que se esfuerza por lograr la expresión genuina y la verdadera conexión con El Todopoderoso.
Nuestro servicio Divino puede llegar a ser mucho más elevado de lo normal si utilizamos esta batalla según la voluntad de HaShem como un trampolín para el crecimiento. El crecimiento espiritual que le puede llevar a otra persona muchos años de intenso servicio Divino para poder llegar a alcanzarlo, ¡nosotros podemos llegar a lograrlo en mucho menos tiempo si utilizamos esta batalla del modo correcto!
También puede ser muy útil buscar formas alternativas de conexión con HaShem para llegar a experimentar una satisfacción interna. Podemos tratar de emprender proyectos de jésed (bondad), proyectos de estudio de Torá, o estudiar nuevas áreas o técnicas en el campo del servicio Divino. Eso es lo que realmente ansían nuestras almas: llegar a alcanzar una conexión significativa con HaShem, y llevar a cabo aquello para lo que descendimos a este mundo.
Es importante señalar que en lugar de huir frenéticamente del Yétzer Hará, llenos de pánico, podemos aprender a correr hacia HaShem con alegría. Si lo hacemos, el Yétzer Hará se desvanecerá. Como está escrito en los Libros (Tehilim 34:15): “Sur merá – Apártate del mal”. ¿Cómo? A través de: “¡Asé tov! – ¡Haz el bien!”
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